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La complejidad. Un problema difícil. Parte 3

Sensores, análisis y reacción

Los seres vivos reaccionan al entorno, pero para poder reaccionar, primero deben detectar los eventos que suceden en su entorno. Para eso requieren sensores, sean de calor, de frío, de presión, de luz, de sonido, etc.

Tenemos algo interesante en cuanto a complejidad: Hay un sensor, hay un análisis de la información y hay una reacción. Son tres componentes. De nada sirve saber algo si no puedo hacer nada y peor aún, un sensor en el individuo consume recursos.

Allí hay un problema: el sensor, el análisis de información y la reacción deberían desarrollarse al tiempo para que tenga sentido el consumo de recursos. Como eso es poco probable, la evolución debe reutilizar otros componentes existentes en el individuo que hagan de sensor, de análisis de información y de reacción. ¿Hay un nuevo sensor que detecta ruido y acaba de recibir información de un ruido raro? ¡Huye! ¿Hay un antiguo sensor que detecta un olor extraño? ¡Huye! En ambos casos está la misma reacción: huir. Esa reacción es reutilizada. No me extrañaría que el procesamiento de audio y video tuviesen al inicio el mismo centro de análisis y con el transcurrir evolutivo se especializaran en las diferentes informaciones.

Un aspecto de la complejidad en los seres vivos es como se especializa el trío sensor-análisis-reacción, entre más especializado, mayor es la complejidad.