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Hipótesis: Nuestros juicios también han evolucionado. Fecha: (aaaa-mm-dd):

Leí una vez: "la vida es perfecta, luego no puede ser consecuencia del simple azar". Allí el calificativo "perfecta" me llamó la atención: ¿por qué calificar la vida así? ¿qué es algo perfecto?

Supongamos que tenemos en nuestras manos una esfera sin ningún defecto, diríamos que es perfecta. Pero ¿por qué?

Supongamos que al azar generamos un objeto tridimensional, el resultado es un objeto sin forma reconocida, a nuestra mente llegaría el calificativo de imperfecto o más comúnmente de poca estética. Ahora usemos una ley de selección: "con la misma área abarcar el mayor volumen posible": si ponemos a mutar nuestro objeto tridimensional amorfo, rechazando las mutaciones que disminuyen volumen y premiando a las que aumentan el volumen, con el tiempo obtendremos una esfera, y la calificaríamos como perfecta.

Nuestra forma de pensar es consecuencia de un largo proceso evolutivo y eso incluye nuestra capacidad de juzgar o calificar. Decir que algo es perfecto o imperfecto es algo muy subjetivo, podríamos hacer uso de las matemáticas para obtener un punto de vista objetivo, pero las matemáticas no usan adjetivos, solo presentan los hechos y en el caso de nuestra esfera la matemática dirá: "objeto tridimensional que usando la misma área presenta el mayor volumen", pero por ningún lado dice que es "perfecto".

Ver la gráfica de una ecuación con curvas suaves, sin sobresaltos la calificaríamos como algo armonioso, pero es solo una gráfica.

Los calificativos son solo la capa externa de lo que buscamos en el ambiente para satisfacer nuestro apetito de recursos. Si usted observa un muy bien cuidado jardín calificará el lugar de ser muy agradable, relajante y armonioso, pero si quitamos esa capa subjetiva, lo que está usted realmente observando es un ambiente que representa poco riesgo para la integridad suya o mejor aún, que ese ambiente va a satisfacer la búsqueda de ciertos recursos necesarios para vivir como una atmósfera reciclada (combinación de gases como oxígeno, hidrógeno, nitrógeno, etc. ideal para su metabolismo) o tal vez frutos.

En definitiva, un ser vivo calificará algo agradable si:

1. No presenta riesgos para la integridad del organismo (miedo disminuye); o,

2. Provee ciertos recursos que necesita el organismo tanto a nivel consciente o subconsciente.