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Hipótesis: La evolución tiene una meta. Parte 3.

¿Qué hace que seres vivos muy simples (unicelulares) se vuelvan pluricelulares? ¿Por qué la evolución genera seres más y más complejos? En nuestro Universo, todo tiene componentes muy simples, por ejemplo, toda la gama de colores que observamos nace de la combinación de tres simples colores: rojo, verde y azul. Toda la materia de átomos compuestos por protones, neutrones y electrones (solo diferencias cuantitativas). La vida puede seguir un patrón similar, un principio muy simple pero que sorprendentemente genere todo el abanico de seres vivos que existieron, existen y existirán.

Después de meditar sobre ambos artículos: "La evolución tiene una Meta. Parte 1 y Parte 2", consideré muy arriesgadas esas propuestas, ya que es como si hubiese un mecanismo complejo operando la evolución.

Mi hipótesis es que existe una emoción en extremo simple que es la causa de la creciente complejidad de los seres vivos: Miedo.

Por supuesto, nadie en el planeta Tierra puede asegurar que controla su vida y destino en un 100%. Nosotros vivimos bajo el yugo de las leyes físicas, químicas, biológicas, podemos enfermar, nuestro país puede entrar en guerra, perder nuestro trabajo por culpa de un jefe insensato, enamorarnos, recibir una cascada de impuestos, accidentarnos, perder un ser querido, recibir un ascenso, envejecer, etc. Hay innumerables eventos que nosotros no controlamos, eventos que cambiarán nuestro ambiente, un nuevo ambiente al cual debemos adaptarnos.

Nosotros nunca vivimos en paz absoluta porque nuestro ambiente cambia constantemente, escapa completamente a nuestro control y cuando no hay control, hay miedo, temor a lo que viene, o peor aún no tener idea de que es lo que se avecina.

La paz absoluta es poder vivir sin miedo, y para vivir sin miedo, debemos tener control absoluto del ambiente.

Esa es la meta de la vida y la evolución: cero miedos, un simple valor cuantitativo.